Por: Emilio Yang
Tomado del libro: Mas Allá de La Imaginación
Es normal escuchar que alguien nos diga que algún individuo comete
malas acciones, pero algún día va a pagar por todas sus maldades, o que nos
pase por la cabeza que solo las personas malas sufren.¿Por qué Lo Malo?
El 1 de noviembre de 1755 era una importante fiesta
religiosa en Portugal. Normalmente, el rey José I y su reina, Mariana Victoria
de España se unirían a las grandes multitudes, acudían las mayores élites tanto
sociales y religiosos.
La familia acudió al oficio religioso al amanecer y luego
dejaron su palacio real de Ribeira en la orilla del rió Tajo para disfrutar de
un día en el campo, sin saber que nunca volverían a ver a su casa.
El terremoto destruyo gran parte de la ciudad de Lisboa,
Incluyendo el palacio real con su biblioteca de unos setenta mil volúmenes, la
catedral del rey y unas colecciones de artes de valor incalculables.
Las iglesias, llenas
de fieles, se vinieron abajo matando a muchos cientos de personas. Miles de
hogares y de otros edificios fueron destruidos o resultaron dañados, y las
multitudes de supervivientes salieron al aire libre en busca de seguridad, reuniéndose
en torno a los muelles, donde no habían ningún edificio que se les viniese
encima.
Desde los muelles pudieron ver las aguas de las bahías retroceder
mar adentro, lo que dejo al descubierto antiguos naufragios, y objetos variados
de cargamentos perdidos. Inconscientes del peligro en el que se encontraban,
muchos salieron en busca de tesoros en los barcos hundidos.
La multitud no sabía que los terremotos irían seguidos por una
serie de tres tsunamis. Primero el agua fue hasta el oeste, vaciando la bahía. Minutos
después una ola de marea de 6 a 9 metros de altura, subiendo por el rio Tajo,
se estrello contra la ciudad, destruyendo lo que quedaba de los edificios que
estaban situados cerca del agua.
Los muelles y todos los barcos del puerto fueron demolidos, y
miles de personas que habían sobrevivido al terremoto perdieron la vida en el tsunami.
El fuego destruyo gran parte de lo dejado por el terremoto,
y el tsunami. Los incendios continuaron descontrolados cinco o seis días. El hospital
Real de Todos los Santos, el mayor de la ciudad, quedo reducido a cenizas,
matando a cientos de pacientes.Punto de Análisis y Reflexión
El terremoto de Lisboa marco un punto de Inflexión en la
manera en que pensaba la gente. Antes del terremoto, los europeos tenían una
forma muy “idealista” de considerar la religión y el mundo. Algunos filósofos
era tal como dios lo había creado:
El mejor de todos los mundos posibles.
Otros pensadores de primera fila tenían sus dudas.
El terremoto pareció zanjar la cuestión: estaba claro que
este no era el mejor mundo posible.
Desde el punto de vista religioso no parecía haber ninguna razón
para la terrible catástrofe. Algunos dirigentes de la iglesia insistieron en
que el terremoto era una especie de castigo divino sobre la ciudad.
La gente empezó a buscar otras formas de entender el mundo. El
terremoto de Lisboa llevo a un cambio fundamental de en la cultura del
pensamiento europeo. Las catástrofes llegaron a ser vistas como consecuencias
de las fuerzas naturales, no juicios divinos.


